Por: Enrique Escamilla.
Los seres humanos actuamos a través de dos condiciones, lo que aprendemos y lo que vemos. El mundo moderno nos tiene en una sociedad que está plagada de información. Hay literalmente la información acerca de todo. Piensa un tema, colócalo en google y encontrarás miles de artículos al respecto.

Esta excesiva información nos convierte en entes que constantemente están aprendiendo de manera inconsciente, ya que están expuestos a información y a imágenes que constantemente invaden el cerebro y cambian su forma de pensar.
Para ejemplificar, piense en un niño mexicano de los años noventas. Seguramente en su casa, su madre tenía la novela de moda todas las tardes. El niño, aunque no quisiera, no dejaba de estar expuesto a lo que ahí se presentaba, todos los días por muchos años. Si en estas novelas normalmente había historias de desamor, traición y venganza, el cerebro del niño adoptó estos comportamientos como parte de su sociedad. El cerebro no distingue la realidad de la ficción, solo aprende. Esto desata una serie de comportamientos que desencadenarán su vida futura.
Dentro de los ambientes saturados de información, se cae en un problema mayúsculo. Hoy en día, prácticamente cualquiera se puede convertir en maestro, no necesita ni tener habilidades ni conocimientos especiales. Esto es un problema para la educación. ¿Cómo aprender negocios de maestros que no tienen negocio o arte de un artista que nunca tuvo éxito?
Uno de los retos más grandes que tiene la humanidad hoy en día es escoger bien sus maestros. Hay tanta información disponible que es muy fácil caer en la trampa de aprender de quien no sabe. El resultado de eso es catastrófico. Imagina aprender a manejar con alguien que solo leyó un libro sobre cómo manejar o que tiene temor de salir a la calle.
Robert Kiyosaki en su libro Fake expone que el mundo está lleno de cosas falsas. Maestros falsos, dinero falso, activos falsos, entre otros. El autor expone de manera muy interesante los riesgos de no conocer y escoger adecuadamente a las personas que te dan consejo. Un ejemplo muy claro que expone es que la mayoría de la gente pide consejos financieros a los vendedores de seguros. ¿Qué sabe un vendedor de seguros sobre seguridad patrimonial, ahorro, inversiones, más que lo que le enseñaron en la empresa como parte de su instrucción de ventas?

El reto que hoy te propongo es que cuestiones todo. Cada vez que tengas que tomar una decisión piensa por qué estás tomando esa información, con qué información cuentas y QUIÉN te la dió. Si esa persona no está calificada adecuadamente, cuidado, seguramente no es el mejor consejero.

¿Puedes tomar mejores decisiones?
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