Acción Masiva

Por: Enrique Escamilla

Cuando se quiere lograr algo y no se obtienen los resultados esperados, existe una necesidad de repensar el objetivo y establecer metas más pequeñas o más alcanzables. Siendo que esto casi siempre resulta en una insatisfacción personal por alcanzar una meta tan pequeña, o en ocasiones en el abandono de la consecución del objetivo, ya que la meta es tan pequeña que el hecho de alcanzarla se vuelve insignificante.

La programación mental de todos los seres humanos está basada en conseguir seguridad. Desde niños nos enseñan a no hacer, porque es peligroso, incorrecto, indecente, extraño, inaceptable, erróneo, equivocado, está mal, entre otras formas de establecer que es mejor no hacer para no caer en un error.

Este pensamiento genera que cuando queremos algo, nuestro cerebro se bloquee automáticamente y busque excusas que generen seguridad, disminuyendo el deseo de conseguir las metas y bloqueando los impulsos que generan las acciones que permitan moverse fuera de la zona de confort, donde normalmente están las metas.

Existe otra forma de programar nuestro cerebro para poder romper este ciclo de inactividad. Y esto es tan simple como pensar en grande. ¿Qué pasa si potencializo mi meta 10 veces y me comprometo a hacer 10 veces más acciones para logar alcanzarla? Pensar de esta forma permite al cerebro salirse de su lógica y empezar a preocuparse por alcanzar esa meta que parece muy lejana, casi inalcanzable. De esta forma se puede romper el ciclo de inactividad.

Esta forma de pensar no es fácil de conseguir, se requiere mucha dedicación y compromiso. Para ejemplificar, digamos que una persona desea aprender inglés y en su mente está que 2 años para aprender inglés sería un tiempo adecuado. La meta inicial es que de aquí a dos años la persona va a tener un nivel de inglés del 80%. Pero qué tal si se potencializa la meta y se cambia por de aquí a dos meses voy a dominar por completo el idioma inglés. ¿Qué tendría que hacer para cumplirla?

¿Imposible? Tal vez, pero puedo hacer el intento, y si a los dos meses no se tiene el 100% de inglés, por lo menos habrá avanzado a pasos agigantados acortando el plazo original de dos años, posiblemente a solamente unos meses más.

¿Qué pasa si se aplica esta forma de pensar en todas las actividades y metas que se presentan diariamente? Los resultados serían asombrosos.

Este tema está basado en el libro La Regla de Oro de los Negocios de Grant Cardone, si este tema es de tu interés, te invito a leerlo.

@escamilla2000

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