Por Enrique Escamilla
**Publicado originalmente el 29 de junio de 2015
Decir lo que piensas se ha vuelto un tema de todos los días. El porcentaje de usuarios de internet en el mundo sigue creciendo a pasos agigantados, y estamos solo a unos años de tener cobertura total en el planeta. Estos avances tecnológicos en comunicación tienen muchas ventajas, pero tal vez la más importante sea el acceso a la comunicación masiva pública.
El acceso a internet ha creado una inmensa red de comentaristas independientes que hablan de todos los temas posibles, en todos los horarios, en todos los idiomas y sin limitaciones. Basta con que una persona tome un dispositivo con acceso a internet y publique a través de alguna red social un comentario que nace de su mente y que puede ser tan profundo o tan simple como desee. Puede hablar (sí hablar, porque también su puede postear* audio y video) de su comida o sus vacaciones, de la escuela, de política, iniciar un movimiento social o simplemente quejarse de todo. Esa es la libertad de expresión que se puede encontrar en internet. Un foro abierto que está siempre dispuesto a escuchar y a retransmitir tus pensamientos a todo el mundo.
El internet incluso traduce tus textos a otros idiomas, en caso de que una persona en Alemania esté interesado en leer lo que tuiteaste** hace 1 minuto. ¿Hasta dónde puede llegar el fenómeno masivo de libertad de expresión? ¿Qué limitantes y riesgos tiene?
El fenómeno de la exposición masiva de información en la red tiene sus inconvenientes. La información cada vez se transmite más rápido y a más público, lo que genera situaciones difíciles para los usuarios cuando la información es manipulada o creada con fines de confusión e incluso con fines bélicos.
El ser humano debe aprender a vivir en esta nueva era donde la saturación de información, buena y mala, está a la orden del día y al alcance de prácticamente todo el mundo. Las personas debemos aprender a interpretar el mundo digital y seleccionar con cautela la información que damos como verídica o correcta, y la información que se usa con fines engañosos.
El beneficio de estos avances tecnológicos es más que notorio, sin embargo también hay riesgos que debemos de conocer para prepararnos y no ser víctimas de personas que utilizan las redes como medios de difusión de información falsa, o que simplemente están generando basura cibernética por lucro, sin poner un toque de moral en sus actividades.
La puerta está abierta para todos, sin embargo es importante tener precaución, es un mundo nuevo, muy interesante, muy libre, pero también muy peligroso.
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