Por: Enrique Escamilla
En el artículo anterior tratamos el tema de cómo el medio ambiente genera utilidades a las empresas, principalmente por su injerencia en la reducción de costos por la disminución en el consumo de recursos como la energía eléctrica o el agua. En esta ocasión trataremos de explicar de una forma sencilla como el cuidado del medio ambiente genera ventas para las empresas.
Seguramente han visto alguna empresa que se coloca un distintivo que cita que es una empresa que cuida al medio ambiente. Algunos ejemplos son “empresa ecológica” o “empresa verde”. ¿Para qué lo hacen? Pudiéramos pensar que lo hacen para demostrar un estatus social de que están preocupados por el medio ambiente, pero esta no es la única razón. Una de las principales motivaciones para que las empresas hagan esto son las ventas.
Conforme el tema medioambiental va tomando fuerza en el colectivo social mundial, las personas y las empresas van tendiendo a buscar a aquellos o aquellas que piensen de manera similar. De igual forma, ya muchas regulaciones internacionales recomiendan buscar proveedores que cuenten con una política medioambiental positiva. ¿Cómo funciona esto?
Pongamos un ejemplo. Una empresa de clase mundial, con políticas medioambientales sólidas, se dedica a ensamblar automóviles. Esta empresa necesita un nuevo proveedor de tornillos, y buscando en el mercado encuentran 2 empresas, la empresa A y la empresa B. La empresa A puede proveer el producto solicitado por un precio de 10 pesos por pieza. La empresa B puede proveer el producto solicitado por un precio de 10.02 por pieza. La lógica indicaría que hay que comprarle al proveedor más barato, sin embargo aquí entra el tema medioambiental. La empresa A no tiene ninguna política medioambiental, y no cuenta con un certificado en la materia, incluso se rumora que los vecinos que rodean la fábrica están sumamente molestos por la contaminación que produce. La empresa B cuenta con políticas medioambientales bien definidas, tienen una fábrica verde, que no solo contamina poco, sino que reforesta la comunidad periódicamente.
Ante esto, la ensambladora preferirá comprar a la empresa B, ya que aun y cuando el producto es más caro, la empresa proveedora es más sustentable que su competidor en el largo plazo. La empresa A tiene riesgos de ser sujeta a paro por no cumplir regulaciones ambientales, puede ser suspendida de sus actividades ante las altas quejas de la comunidad, puede verse obligada a cambiar su centro de producción a un área más alejada de la ciudad, entre otros riesgos. Sin embargo, la empresa B, tiene buenas relaciones con su comunidad y difícilmente cerrará sus puertas por un motivo ambiental. Además al contar con su certificado verde, asegura que cumple con la normatividad necesaria.
El empresario de la empresa A, seguramente se pasará días pensando “¿Cómo es posible que no obtuvimos el contrato si somos más baratos que la competencia?”, aunque la pregunta que debería de hacerse es “¿Qué está haciendo la empres B que la hace una mejor opción?”.
Sin lugar a dudas, el cuidado del medio ambiente tomará cada vez más fuerza en el ámbito empresarial, y aquellas organizaciones que no tomen en serio este tema, se verán desplazadas por los competidores, ya sea por la parte de costos o por la parte de competitividad y ventas.
Cuidar el medio ambiente es responsabilidad de todos, y todos desde nuestras posiciones personales y/o profesionales, debemos aportar nuestra participación para garantizar la sustentabilidad de este mundo, que es único y que será de nuestros hijos.
@escamilla2000
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