Por: Enrique Escamilla Cantú
Un vistazo a la mayor parte de las ciudades económicamente activas y encontrarás que gran parte del desarrollo se debe en gran medida a la presencia de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), las verdaderas estrellas del espectáculo económico.
Las PYMES desempeñan un papel esencial en la economía. Según el informe “Estadísticas a propósito del día del comercio y servicios, datos nacionales” del 2018, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México, estas empresas contribuyen con más del 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan cerca del 72% de los empleos en el país. Sin embargo, estas cifras esconden un lado menos alegre de la historia.
Cuando realizaba mi Doctorado en Ciencias Económicas y Administrativas, realicé una investigación al respecto para mi tesis. La realidad es que, en México, América Latina y muchas partes del mundo la vida de las PYMES es muy corta. De acuerdo al “Informe Anual de las Actividades de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas” con datos del 2020, de la Secretaría de Economía de México, la vida de las PYMES puede ser fugaz, ya que se estima que alrededor del 95% no sobrevive más allá de los primeros cinco años.
Pero, ¿por qué, a pesar de esta tasa de supervivencia, las PYMES siguen siendo tan esenciales para el desarrollo de las ciudades? La respuesta radica en su impacto económico, social y cultural.
Las PYMES inyectan diversidad y creatividad en la economía local. Lejos de depender únicamente de grandes corporaciones o inversión extranjera, las ciudades se benefician de la competencia saludable que estas empresas aportan. Las PYMES se encuentran en la vanguardia de la innovación y, a menudo, responden más rápidamente a las necesidades cambiantes de los consumidores.
Además, el impacto socioeconómico de las PYMES no puede ser subestimado. Según un informe del 2019 del Banco Mundial, denominado “SMEs Finance”, cada nuevo empleo en una PYME puede tener un efecto multiplicador de hasta cuatro veces en la economía local. Crean empleo, promueven la equidad y son más propensas a reinvertir sus ganancias en la comunidad local.
Asimismo, las PYMES representan una parte invaluable del tejido social. Son empresas de propiedad local que fortalecen los lazos comunitarios, apoyan la identidad local y fomentan un sentido de pertenencia.
No obstante, afrontar los retos de las PYMES y mejorar su tasa de supervivencia requiere de un compromiso colectivo. El fomento de políticas de apoyo, facilitar el acceso a financiamiento, pero sobre todo promover la formación y asesoramiento empresarial son acciones esenciales para fortalecer la presencia de las PYMES.
En conclusión, el papel de las PYMES va más allá de simples números económicos. Representan el espíritu emprendedor, la innovación y la resiliencia. A pesar de los obstáculos, cada PYME que prospera es un triunfo para la ciudad y un paso hacia un futuro más próspero y equitativo. Las PYMES son las semillas del crecimiento. Ayudémoslas a florecer.
Enrique Escamilla Cantú, experto en administración de empresas con más de 20 años de experiencia y una amplia carrera en el campo de la economía y la gestión pública, es creador del Grupo Empresarial Fundadorex. Conocido como autor influyente, Enrique es el autor del libro «Los 4 errores de los gerentes que matan tu negocio» y ha sido reconocido como mentor empresarial valioso para muchos empresarios en el camino hacia el éxito. Además de ser conferencista, Enrique comparte sus conocimientos y experiencias a través de diferentes medios físicos y digitales.
Instagram: @enriqueescamilla.oficial
enriqueescamilla@fundadorex.com
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